lunes, 7 de mayo de 2018

VIVALDI



Verano... de Vivaldi... de la mejor obra barroca.
Barroco es una palabra portuguesa que significa, perla deforme.
Alguna vez leí - por allí - que la música, toda la música, se puede clasificar en renacentista, clásica, romántica y barroca.
Toda posterior clasificación de sus múltiplos y submúltiplos no es más que un enganche para los neófitos, generado por las disqueras o esa cosa tenebrosa que se conoce como mercadeo y cuya única vocación es generar la necesidad de la novedad del año pero que no tiene sustancia.

La búsqueda de la novedad del año es un inyección letal al conocimiento.

A aquellos que les gusta pensar, les recomiendo hacer el ejercicio de escuchar cualquier música y proponer o descubrir que la música de Led Zepelin es barroca,
... que la de los Beatles es clásica,
... la de Stevie Wander es romántica
... y la de Jethro Tull es renacentista. 
¡Ah! ¿Pero dónde crees tú que clasifica el jazz? ... En el folklore ...
Vivaldi -  para mí - es Led Zeppelin.

OTROSÍ
También dicen que la prosa del cubano Alejo Carpentier, tiene un hermoso ritmo que sólo quienes han escuchado sinfonías, obras de cámara o piano, comprenden. Que mezcló música y literatura en La Consagración de la Primavera y . . . Concierto Barroco.

En esta última, Vivaldi, Scarlatti y Händel, se entregan a una frenética competencia de virtuosismo.
Vivaldi arremete “en la sinfonía con fabuloso ímpetu, en juego concertante, mientras Doménico Scarlatti, se largó a hacer vertiginosas escalas en el clavicémbalo, en tanto que Jorge Federico Händel se entregaba a deslumbrantes variaciones que atropellaban todas las normas del bajo continuo. —‘¡Dale, sajón del carajo!’ —gritaba Antonio. —‘¡Ahora vas a ver, fraile putañero!’ —respondía el otro… ”

En la obra - Concierto Barroco - músicos y música son escuchados gracias a la cultura de Alejo Carpentier.