viernes, 18 de mayo de 2018

GERVASIO - Con Una Pala y Un Sombrero





Gervasio era uruguayo.  En 1983 tenía 35 años y había decidido dar un giro en su carrera alejándose de la música comercial que lo había hecho tan popular a finales de los sesenta. Volvió a Chile para quedarse y luchar contra la dictadura. 

De La Azafata, Gervasio pasó interpretar canciones como Collar de Ranas, La Colina de la Vida y La Bronca.  No sólo su música estaba experimentando un cambio, sino también su propia historia.  Gervasio decidió usar su música como arma de lucha política. Sin abandonar su exitosa carrera en televisión, participaba activamente en actos de protesta en contra del régimen militar. 
Se le acusó en cuatro oportunidades como autor del delito de violación. Estaba sin plata y sin trabajo. El 30 de octubre de 1990, Gervasio tendría que enfrentarse en la Corte de Apelaciones de Santiago con la joven que lo acusaba.  El trámite nunca se realizó. Dos días antes de la citación, el cuerpo del cantante se encontró sin vida en las cercanías de Santiago. Tenía 42 años. Se informó que fue suicidio. Nadie lo creyó porque los suicidios era una nueva versión de “la ley de fuga” usada por la dictadura.
El proceso que se llevaba en su contra quedó inconcluso y nunca se pudo establecer con certeza las causas de su muerte.  
El ex magistrado Lientur Escobar explica:  
“Cité a las víctimas de esas causas para entrevistarlas porque tenía una cuarta víctima que era la señorita de Maipú...  que no era de Maipú, y me doy cuenta que ninguna de las personas involucradas era capaz de reconocerlo, ni era capaz de decir la verdad sobre los hechos que ya habían investigado otros magistrados".
Creo que el proceso y todas las circunstancias sociales y antropológicas ameritan que se reabra, porque se violaron los derechos humanos de una familia, de una persona que no tuvo un justo y debido proceso. Estuvo mal asesorado desde el punto de vista jurídico. Lo lamento mucho si a alguien le molesta, y discrepo profundamente de las personas que dijeron,  que esta persona, por honor a la familia se había suicidado. Lo encuentro una idea totalmente disparatada.




Nos dejó una canción hermosa “Con una pala y un sombrero” y una tremenda certeza sobre los métodos malignos de la dictadura.