viernes, 18 de mayo de 2018

NADA MALANIMA - Ma che freddo fa






Questa ragazzina! Che meraviglia.
Y qué parecida. Eres igual a ella.
A ti y a ella las había olvidado.
Eras mi vecina el 67' e idéntica a NADA…Giovanissima e brava.
Ni te imaginas lo importante e insignificante que me sentí al conocerte. Importante porque vivías a mi lado e insignificante porque eras bellísima.
Te miraba desde mi balcón cómo caminabas con tu bolsón escolar.


¿En qué te pareces a NADA? En Todo.
En la caída y largo del pelo liso, en los ojos, el maquillaje y las piernas delgadas. En las arrugas de la frente y el entrecejo. En la ronca voz, la sonrisa... La sonrisa dulce y los gestos. En el signo del zodíaco y los senos pequeños... En la fortaleza del mentón. Sincera, provocativa e introvertida. Tímida. En el vaivén, en el par de dientes de conejo por el labio superior levantado, en la delgadez de los brazos y en la edad. Magnífica. Y porque fumabas, como ella lo haría también.

Rodaban nuestras bicicletas y yo detrás de tus talones y tobillos. Pedaleaba contigo para alcanzar tus piernas y tus dedos abiertos sobre el pedal. Me importaba estar contigo, mirarte.
Qué poco necesité.

Te gustaba que te mirara cómo te hacías el moño sobre la nuca con una cinta azul antes iniciar el pedaleo que nos evitaba las palabras. Y me decías "tonto" dejando los labios posados para un beso.

Un día decidiste viajar a Milán. No me contaste de tus planes. Y no te vi más. No te importé.

La historia breve, ingenua, hubiere sido sorprendente si al continuar narrando dijera que llegaste a San Remo, con apenas 16 años obtuviste un tercer lugar en el festival de música y te transformaste en una cantante de culto y madrina del pop italiano.

Pero la verdad es que fuiste una inmigrante más, que siempre contará lo bien que la ido en una ciudad donde siempre será vista con desconfianza.

Menor de edad y enamorado, es una situación de fin de mundo que no se la doy a nadie, pero que todos logran salvar. Miro estos videos de NADA y ¡se parecen tanto! Se me encoje el corazón.

Regresaste el 71, antes que falleciera tu padre.
- Ximena quiere verte - dijo mi madre - Pero yo no le respondí.
Oír tu nombre me había congelado - Ma che fredo fa - y me hice el importante. Tenía clases en la Universidad, tenía que estudiar, tenía una novia hermosa, alegre, inteligente y temía sentirme como un tonto una vez más, porque tú estabas más bella que nunca y que todas.

Empecé a quedarme hasta muy tarde en la universidad. Llegaba de noche a casa. Vi tu ventana iluminada y tu silueta muchas veces, pero no prendí la luz de mi cuarto. Nuestros cuartos eran vecinos de segundos pisos. Mi cama miraba a tu ventana. Estuve absolutamente ausente para esa silueta que me adivinaba.

Días después, el taxista que te llevaría al aeropuerto acopiaba tus maletas. Te detuviste frente a mi balcón. Levantaste la mano izquierda con tu anillo en el índice. Cerraste el puño y lo mantuviste en el aire como quien quiere golpear una puerta y no se atreve. La ventana cerrada te dijo; no me importas.

No hubiera servido de nada correr las cortinas que me ocultaban, porque nada iba a pasar. Nunca tuvimos una historia, apenas el deseo de estar juntos. Habrás adivinado el miedo que me producías. Miré el taxi en que te ibas, sospechando que no te vería más. Y así fue.

NADA abandonó su imagen de chica del lado, de vestidos virginales e infantiles que le inventó la industria disquera, pero al mirar con sabiduría su primer aparición, se adivina lo que sería; rockera, escritora, actriz, poeta y compositora.

Muchos, demasiados, la recuerdan como su primer amor fetiche; esos que no son de veritá y miran con indulgencia los videos de los días en que la conocieron. No lo veo así, pues ella estuvo a mi lado un par de años, incluidos sus maravillosos veranos. Nunca serán suficiente, pero fue lo necesario para abrir un sentimiento complejo que hoy día aún no sé descifrar.

Al año 2010, espero que seas feliz como NADA. ¿Qué será de ti?
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Comentario recibido:


Scrivere bene Rubén
Io sono contenta che tu stia bene, ma meglio per entrambi, non rivivere il passato. Baci. Ximena.


Escribes bien Rubén
Me alegro que estés bien, pero es mejor para los dos, no revivir el pasado. Besos. Ximena.


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